¿Qué es EMDR?
La terapia de desensibilización y reprocesamiento mediante los movimientos oculares (EMDR, por sus siglas en inglés) es un enfoque terapéutico innovador que se ha convertido en una herramienta valiosa para el tratamiento de traumas y trastornos relacionados con experiencias difíciles del pasado. Desarrollada en la década de 1980 por Francine Shapiro, esta terapia se basa en la idea de que el procesamiento adecuado de recuerdos traumáticos puede llevar a una resolución efectiva de los síntomas y a la promoción de la salud mental, utilizando para ese fin los movimientos oculares y otros estímulos alternativos.
Orígenes y fundamentos de la terapia EMDR
La terapia EMDR fue concebida por Francine Shapiro mientras paseaba por el parque en 1987. Observó que ciertos movimientos oculares reducían la intensidad de los pensamientos angustiantes que tenía. A partir de esta observación, desarrolló un enfoque terapéutico que implicaba el uso de movimientos oculares direccionados mientras el paciente se concentraba en recuerdos traumáticos. A lo largo de los años, EMDR ha evolucionado y se ha consolidado como una terapia ampliamente reconocida.
Características clave de la terapia EMDR
- Desensibilización y reprocesamiento: El proceso central de EMDR implica la desensibilización y el reprocesamiento de los recuerdos traumáticos. Los movimientos oculares, o estímulos alternativos como toques táctiles o sonidos, se utilizan para facilitar el procesamiento adaptativo de la información traumática almacenada en el cerebro. Esto permite que los recuerdos se integren de manera más saludable y reduzcan su impacto emocional.
- Abordaje de la memoria traumática: EMDR reconoce que los recuerdos traumáticos no se procesan de la misma manera que los recuerdos cotidianos. Los recuerdos traumáticos pueden quedar atrapados en un estado disfuncional, aislados en una especie de isla, lo que contribuye a la reexperimentación y la angustia emocional. EMDR busca transformar estos recuerdos para que puedan ser almacenados de manera adaptativa.
- Proceso guiado y estructurado: La terapia EMDR sigue un proceso estructurado que implica una fase de historia clínica, identificación de objetivos terapéuticos, procesamiento de recuerdos traumáticos y evaluación de los resultados. El terapeuta guía al paciente a través de cada fase, asegurándose de que se aborden adecuadamente los recuerdos y se promueva la resolución.
- Instalación de recursos positivos: A medida que se procesan los recuerdos traumáticos, EMDR también se enfoca en fortalecer los recursos internos del paciente. Esto puede incluir la instalación de pensamientos positivos, sensaciones de seguridad y confianza en sí mismo. Estos recursos ayudan al paciente a enfrentar los desafíos de manera más resiliente.
- Resultados efectivos en tiempos más cortos: Uno de los aspectos destacados de EMDR es su capacidad para producir resultados efectivos en un período más corto en comparación con algunas otras formas de terapia. Algunos individuos pueden experimentar mejoras significativas después de unas pocas sesiones, aunque el número de sesiones necesarias puede variar según el individuo y la gravedad del trauma.